El notable incremento de casos en el Área Metropolitana de Buenos Aires desde hace ya más de una semana y la tirantez política y económica por la vuelta a Fase 1 de cuarentena presentan una realidad más que complicada en esa parte de Argentina.
Mientras las autoridades sanitarias adviertes un inminente colapso del los hospitales y clínicas, todavía hay sectores que se presentan reacios a retroceder nuevamente hacia el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Sin una vacuna que solucione el inconveniente por lo menos hasta fin de año y observando lo que ocurre en varios países muy cercanos la inevitable pregunta es ¿por qué no se toma un definición inmediata y regresan el AMBA a la fase 1?, son varias las provincias que, por centralizarse los servicios, productos y demás en Buenos Aires reciben a diario transportistas (quienes vale aclarar están trabajando y quedan totalmente expuestos a la irresponsabilidad de otras personas) y con ellos el virus en lugares que sí cumplieron la cuarentena y no tienen circulación viral.
¿Es justo que una vez más el interior pague la irresponsabilidad del sector que concentra la riqueza y que fue históricamente beneficiado? ¿Cuando colapsen los sistemas de salud en el AMBA… cuál será el destino de los contagiados? ¿puede el interés económico sectorial estar por encima de la vida?… son varias las preguntas que hoy parecen no tener respuesta, o al menos no en lo inmediato, la decisión es dura pero Argentina va rumbo a la etapa más dura de la pandemia, el tiempo pasa y la definición no llega, mientras tanto… crecen los contagios y muertos, en su gran mayoría adultos mayores, que no tienen ni la posibilidad de despedirse de sus seres queridos.