Macri en Mendoza con sus socios

El presidente, dejando completamente de lado su función y abocado a la campaña, continúa con la campaña de las mentiras y el Si se puede en una provincia muy particular, Mendoza, no por los mendocinos sino porque se trata de sus socios políticos, que tanto perjuicio generan en La Pampa.

Junto al gobernador Alfredo Cornejo, Macri djio estar viviendo una «locura maravillosa» frase más que clara a la hora de definir la realidad que vive Cambiemos. Prometiendo hacer todo lo que no hizo en cuatro años, expresó que se busca «construir y no destruir» y que «se busca un futuro mejor para nuestros hijos», en un país con 16 millones de pobres, muchos de ellos generados por las políticas de este Gobierno nacional.}

Reconociendo que estos «últimos tiempos» han sido difíciles, Macri repite lo aprendido en los spots de campaña, «los escuché y tomé nota, ahora viene el crecimiento», sostuvo, en una imagen que recuerda el debate presidencial de 2015 cuando prometía pobreza cero, que la inflación era lo más fácil de solucionar, que no se metería con la plata de los jubilados o que no recurriría al Fondo Monetario Internacional, entre otras cosas.

Otro de los puntos que llamó la atención en el discurso fue cuando expresó que «hoy estamos mejor parados que hace cuatro años», sinceramente sin entender a qué se refiere porque lo relacionó a mejoras en educación y lucha contra el narcotráfico, cuando la realidad muestra que la educación la manejan las provincias y que no mencionó al trabajo, fundamental para llevar tranquilidad a las familias y lograr una estabilidad.

Esperanzado en dar vuelta la elección y con música de fondo para que la gente aprenda el cántico, se entonó una especie de «Mauricio la da vuelta», pidiendo a la gente transmitir lo que ocurre en ese parque de Mendoza, llenando de nuevas mentiras a la sociedad, «ahora viene el alivio y el crecimiento en Argentina».