A diferencia de lo que ocurre en Bolivia, la Derecha chilena, con el presidente Sebastián Piñera al frente, se hace fuerte para un sector de la sociedad y aumenta el número de carabineros en las calles de dicho país.
El peligro de Golpe de Estado ya no es novedad, ocurrió en Bolivia a un gobierno democrático que había ganado por más de 10 puntos una elección hacía pocos días, las amenazas, aprietes y persecusiones generaron que Evo Morales renuncie a su cargo y que una senadorea se autoproclame presidenta. Diferente es lo que ocurre en Chile, con una situación aún peor, con más de 20 muertes, violación a los derechos humanos, manifestaciones multitudinarias y un anuncio de reforma de la Constitución, Piñera se apoya en las fuerzas de seguridad, que en Bolivia dejaron solo a Morales.
A pesar de ello el descontento en Chile crece y es notorio, la solución no es que el presidente deje su cargo sino que escuche a su pueblo, que reclama mejores condiciones de vida, lejos de eso, Piñera intenta frenar las protestas poniendo más efectivos a controlar las calles.