River fue mucho más que Gremio en Brasil, ganó 2 a 1 y por los goles de visitante se clasificó a la final de la Copa Libertadores.
Gomes puso en ventaja al local en la única jugada en que atacó Gremio en todo el partido, el último campeón no jugó el partido de vuelta, en parte por el planteo táctico de Gallardo y por otro lado por un planteo mezquino al haber conseguido la ventaja en Argentina.
En el segundo tiempo llegaron los goles de Borré y de Martínez, de penal y producto del VAR, que le dieron la merecida clasificación al Millonario, que fue más que su rival en los 180 minutos.