River, y sobre todo Boca, jugaron un Superclásico para el olvido, empataron 0 a 0 en el Monumental en un partido cargado de faltas y con muy pocos remates al arco rival.
Si bien el local tuvo más la pelota y fue el que más buscó, tampoco generó muchas situaciones en el arco de Andrada, quien no tuvo grandes atajadas. Lo de Boca una vez más deja mucho que desear desde lo futbolístico, un equipo mezquino y ultra defensivo que piensa más en qué hará el rival que en lo que puede generar con un plantel plagado de figurar pero que aún no termina de conformarse en equipo.