Tal como se anunciara, sería un día de movilización, manifestación, ollas populares y acampe frente al Ministerio de Desarrollo Social, durante la jornada integrantes de la fuerza policial arrojaron gases lacrimógenos y corrieron a los manifestantes con golpes, hay personas que están siendo asistidas en hospitales.
Son cientos los policías afectados a diversos operativos, además de los heridos hay detenidos y nuevamente la ministra de Seguridad quedó en el foco de la tormenta preguntarse ¿quién puede ir a buscar trabajo si todos los días está en una marcha?, sumado a la bestialidad de sostener que quien tiene hambre que vaya a un comedor.
La falta de sensibilidad de Bullrich, al igual que la del resto de Cambiemos, parece no tener límites, en un país fundido, endeudado, con cientos de miles de desempleados, con índices sociales que nos ubican entre los peores países del mundo parece que ahora el objetivo comunicacional a instalar es hacerle creer a la sociedad que es lo que toca, que todo es normal, que mientras unos pocos se llenan los bolsillos cientos de miles los tienen cada vez más vacíos, que lo normal es ir a comer a un comedor y no en su casa.
Cuesta mucho realizar un análisis periodístico imparcial cuando se ve cómo día a día son más los argentinos que tienen problemas y más aún cuando se escucha con la irresponsabilidad que se expresan ciertos dirigentes.