La crisis afecta a prácticamente todos los rubros, la venta de medicamentos cayó un 10% y cerraron unas 500 farmacias en el último año.
La gente no puede comprar remedios, muchos optan por tomar solo algunos o directamente dejar de tomarlos por falta de dinero para comer. La situación es crítica tanto para la población, que no puede atender su salud, como para los comercios (farmacias) que ven una gran disminución en sus ventas y, debido a los altos costos de cargas impositivas, se les hace imposible mantener sus puertas abiertas.