La inflación incontrolable, al igual que los precios tanto de intermediarios como de comercios, la caída de la actividad económica y el prácticamente nulo movimiento le dan otro golpe a la sociedad argentina. Una familia tipo necesita casi $42.000 para no caer en la pobreza.
Los principales aumentos se dan en alimentos y productos de higiene, justamente en plena pandemia, y con la necesidad de las familias de acceder a estas dos cosas fundamentales. La canasta básica aumentó un 11.4% en lo que va del año.
El límite de indigencia es $17.353 y una gran mayoría depende hoy de la asistencia del Estado, ya sea a través de algún tipo de plan o beneficio, entrega de alimentos, o de asistir a un comedor, que cada vez son más.
Lo cierto es que la pandemia durará un tiempo y el panorama que deje, tanto social como económico, marca un oscuro panorama.