La larga e incansable lucha por la defensa de nuestros recursos hídricos nos permite en este domingo recordar una nota de la revista Siete Días del año 1973 denominada «La Pampa: Historias del río que vuelve».
Con fecha 24 de octubre, repasa historias de vida de los pobladores de la zona, la pelea con los mendocinos e incluso testimonios del entonces gobernador Regazzoli.
«La pelea con los mendocinos sufrió un vuelco fundamental este año, cuando por las precipitaciones y deshielos producidos en Mendoza el Salado y su principal afluente, el Atuel, volvieron a correr -al principio tímidamente, luego con más intensidad- por las resecas, ansiosas tierras del oeste pampeano», lo que brindó un hilo de esperanza a los pobladores.
Más adelante en la nota, que tuvo 4 páginas de la revista, se repasa una interesante historia recordando que en 1947, por ejemplo, pastaban en el valle del Salado 40 mil vacunos y 500 mil ovinos, en la actualidad (1973) a duras penas 15 mil vacas y 150 mil ovejas. «Para destacar los resultados de esa lenta extinción y para documentar los esfuerzos que hacen los pampeanos con el fin de recuperar su ríos, crearon una heterodoxa comisión popular en la que se codean el Partido Justicialista, La Sociedad Espiritista del Porvenir, la Peña Temple del Diablo, el Club Atlético All Boys, el Sindicato de Fideeros y Afines y el Club de Madres de Quemú Quemú, entre otras instituciones».
Gobernador Regazzoli: «Yo viví en el desierto»
El entonces gobernador de la Provincia, Aquiles Regazoli, analizó la posición oficial frente a la cuenca del Salado. «Hemos realizado gestiones amistosas con los gobiernos de Mendoza y San Luis para regular la cuenca. Pensamos que todo se va a solucionar sin discuciones, porque el problema del Salado es similar al de la cuenca del Plata. Como acá se trata de un diferendo entre provincias hermanas, creemos que los vamos a solucionar con un buen criterio y sin sentar un precedente interno del que se pueden valer los extranjeros para justificar su conducta».
El entonces gobernador recordó, además, que La Pampa ya tenía, en ese entonces, un Plan de Desarrollo del Oeste, en el que, por supuesto, «se incluyen el Salado y el Atuel. De las regalías que obtengamos por la producción petrolera y por los recursos hídricos pensamos invertir el 60% en esa región». había dicho Don Aquiles.