El jefe comunal de Carro Quemado, Oscar Rodríguez Huarte, vistió esta mañana a la intendenta de General Pico, Fernanda Alonso, a fin de interiorizarse del funcionamiento de la administración municipal y de acercar propuestas turísticas.
“Me interesa conocer algunos aspectos del manejo de la administración pública de ciudades más grandes, como General Pico. Carro Quemado es una localidad muy chica, que solo tiene 350 habitantes”, contó el intendente.
Se trató, además, de una visita de carácter protocolar, que aprovechó para difundir lo que puede ofrecer Carro Quemado a sus eventuales visitantes: “La idea es potenciar la oferta turística que tiene algunos lugares dignos de destacar. A 20 kilómetros, y todo por asfalto, se ubica el Atelier Ortíz Echagüe, una estancia importantísima”.
Ubicado en la estancia “La Holanda”, permite a los visitantes conocer la obra del reconocido artista plástico Antonio Ortíz Echagüe, que residió en esa estancia los últimos 9 años de su vida. Además, La Holanda está enclavada en la belleza natural de los montes pampeanos que la rodean.
“Estamos haciendo una nueva oficina de turismo para brindarle información a quienes llegan al pueblo”, señaló Huarte, y agregó que se puede ir a pasar el día: “les aseguramos que la van a pasar muy bien. El pueblo también tiene a disposición de los visitantes un complejo muy lindo al que le estamos añadiendo cada vez más comodidades” .
Impacto de la Pandemia
En cuanto al impacto que han tenido las medidas adoptadas por el Gobierno nacional en el marco de la pandemia, Rodríguez Huarte señaló que frenó algunas iniciativas que la intendencia planeaba llevar a cabo, como por ejemplo la realización de un parque temático.
Por otra parte, ha restringido uno de los recursos más importantes con que cuenta Carro Quemado, como es la actividad cinegética: “Este año nos hemos visto muy afectados por la pandemia, que nos obligó a suspender todas las actividades relacionadas con la caza. En septiembre, octubre, se va a sentir la falta de actividad en los diferentes cotos de caza de la zona. La actividad en los meses de marzo, abril, mayo les dejaba un resto a los dueños de los cotos de caza y a la gente que oficia como guía, lo que le permitía al Municipio emprender alguna obra”, contó.