Tratamiento con plasma de pacientes recuperados de COVID-19
Desde el mes de abril el Ministerio de Salud de la Nación lleva adelante un plan estratégico para regular el uso terapéutico de plasma de pacientes convalecientes de COVID-19 que incluye un registro único de ensayos clínicos para evaluar la seguridad y efectividad del plasma.
Las personas que se recuperaron de la enfermedad desarrollaron en su plasma, la parte líquida de la sangre, anticuerpos que podría ser de utilidad para los pacientes que están cursando COVID-19.
“La mayoría de estos ensayos clínicos se focalizan en investigar si el plasma es efectivo en los inicios de la infección, antes de que el paciente desarrolle enfermedad pulmonar grave. La hipótesis es que el plasma puede ser beneficioso para impedir que evolucione a etapas más graves y que el paciente ingrese a respiración mecánica”, explicó el coordinador de la Dirección de Sangre y Medicina Transfuncional, Daniel Fontana.
El plan cuenta además con un segundo protocolo de acceso extendido que permite ingresar a pacientes con el mismo enfoque de los ensayos experimentales. “Estos protocolos – aclaró Fontana- no van a permitir evaluar la efectividad porque se transfunden personas que intercurrentemente reciben otras medicaciones”.
A nivel mundial los estudios aún no han podido demostrar la efectividad de este tratamiento de COVID-19 pero sí su seguridad y que no trae complicaciones, en base a una investigación con 20.000 transfusiones en Estados Unidos.
“El objetivo del Ministerio de Salud es promover y continuar estos ensayos y el protocolo de acceso extendido, además de desestimar el uso compasivo del plasma, es decir no utilizarlo en pacientes críticos que ya han tenido enfermedad y lesión multiorgánica porque está comprobado que no es efectivo”.