Una de las formas de dar respuesta a la pandemia por el nuevo coronavirus es a través de la generación del conocimiento, en especial cuando se trata de una enfermedad nueva de la que no se tiene vacunas ni tratamientos probados. “Necesitamos acelerar las investigaciones, pero esto no debe ser a expensas de la rigurosidad científica y el respeto a los derechos, intereses y seguridad de los participantes”, afirmó la coordinadora del área de Ética de la Investigación, Ana Palmero, de la Dirección de Investigación en Salud.
Es por eso que el Ministerio de Salud de la Nación aprobó un documento de pautas éticas y operativas para la evaluación de investigaciones aceleradas relacionadas con COVID-19 y fortaleció el sistema de evaluación de las investigaciones en seres humanos, es decir en las que participan personas o se utilizan sus muestras biológicas.
En el marco de ese trabajo también se creó un observatorio de las investigaciones sobre COVID-19 con el objetivo de compartir “los estudios que se están realizando en el país y las inquietudes que puedan surgir en las evaluaciones”, describió Palmero.
Se trata de un espacio de trabajo colaborativo que cuenta con un listado de las investigaciones que están en evaluación, de las que han sido aprobadas y las rechazadas. Palmero adelantó que se actualizará semanalmente y que se alimenta de la información de las jurisdicciones, de los registros de las investigaciones en Salud del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y se planea incorporar los de los ensayos clínicos de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).