Tras una extensa vigilia, esta mañana, desde pasadas las 6, la gente comenzó a circular por Casa Rosada y despedir a su ídolo. La madrugada fue para el círculo íntimo de familiares, ex compañeros y gente muy cercana.
Entre lágrimas y con mucha emoción, el pueblo ingresa a al Salón con el cumplimiento de cierto protocolo para poder estar cerca de Diego por última vez. Es a cajón cerrado y con un gran operativo dispuesto por las autoridades.
Se extenderá hasta las 16 horas por disposición de la familia, aunque seguramente no alcance el tiempo por la gran cantidad de gente presente y que se seguirá sumando.