El doctor Marcos Miguel se refirió a la situación epidemiológica de la ciudad respecto a la COVID-19, la que calificó como «estable», a partir de una buena conducta y un amesetamiento de casos.
Desde el retorno a Fase 5 el control no está en manos de Salud sino de la población, por lo que no está controlada la situación sino que se encuentra estable.
«Hoy tenemos esta situación de meseta, con 4, 5 casos diarios, pero a ver… hoy a la noche hay una fiesta clandestina con 100 personas o 200 con un positivo y esta situación cambia automáticamente», continuó el profesional, quien puso otro claro ejemplo con la salida a un bar, donde, si no se cumplen los protocolos podría ocurrir lo mismo.
Calificando la situación como dinámica, la situación es buena y la ocupación de camas es baja, «se trabaja de forma articulada con las dos clínicas de la ciudad, el COE es un poco un puente de articulación entre el subsector público y el subsector privado y se trabaja permanentemente en el monitoreo, con Epidemiología de Provincia».
Las autoridades y el sistema sanitario se prepara para las Fiestas de fin de año y para la temporada de verano, «pensando que si bien el calor hace que estemos más al aire libre también lleva y acompaña a más reuniones, entonces, por ahí, pedir que la población haga este esfuerzo», continuó Miguel, recordando medidas básicas de cuidado personal y de la población, como uso de barbijo, el lavado de manos, el distanciamiento, no ir a trabajar si se está enfermo, porque tienen una efectividad altísima a la hora de prevenir la enfermedad.
A la espera de la vacuna, el médico consideró que dicha estrategia (vacunar) sumado al análisis de lo que ocurre en otros países, «va a ayudar y acá, en particular, tanto población, sistema de salud e instituciones han colaborado para que al día de hoy no hayamos tenido un colapso del sistema sanitario pero tampoco de la actividad económica».
En este contexto, Marcos Miguel explicó que la expectativa está puesta en que la vacuna baje la circulación del virus y la exposición a los grupos de mayor riesgo, que sumado a los ya positivos que hubo, hará que el 2021 «sea más amable. Lo que no tengo dudas es que hasta que pase este proceso de inmunización hay que seguir cuidándose, manteniendo los protocolos».
Aislados
La cantidad de aislados bajó considerablemente en General Pico, que hoy tiene unos 1.200, la mayoría contactos estrechos.
Norte de La Pampa
El médico se refirió al trabajo articulado con las localidades del norte provincial y a la permanente comunicación, «se aceitaron los canales de comunicación, se está trabajando mucho con el sistema de emergencia y se comenzó a trabajar una descentralización paulatina hacia los centros de salud periférica, yendo a un modelo que se llama de población a cargo».
El monitoreo ahora es a cada centro de salud, georeferenciando a la población.