Durante la jornada de sábado se vivió una serie de manifestaciones en diversos puntos del país, convocadas por opositores al Gobierno nacional, en muchos casos se cruzaron algunos límites peligrosos, aún en democracia.
El malestar por los aumentos de precios, inflación, crisis económica, falta de empleo y demás no fueron los motivos de convocatoria, esta vez fue la vacunación vip la excusa para convocar a marchar y protestar, válidamente, ante un hecho que ya se cobró el cargo de un ministro de la Nación.
Aún así, quedó en evidencia que la manifestación, al menos en algunos casos, iba mucho más allá de la vacunación, lo peor se vivió frente a Casa Rosada, donde algunos «manifestantes», por ser suave a la hora de nombrarlos de alguna manera, colocaron figuras envueltas en bolsas mortuorias con nombres de dirigentes políticos, algo que no solo demuestra un pensamiento antidemocrático sino también la intolerancia de una clase social acostumbrada a este tipo de acciones que tanto daño le han hecho al país, fundamentalmente en la década del 70 y principio de los 80.