Se evalúa priorizar la aplicación de la primera dosis para alcanzar a un mayor número de personas y favorecer la vacunación de los adultos mayores. La gestión de los casos sospechosos, sus contactos estrechos y el trabajo en territorio serán fundamentales en la segunda ola.
La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, presidió hoy la primera reunión presencial del Consejo Federal de Salud (COFESA) -luego de más de un año de que fuera en forma virtual- donde las y los ministros de Salud del país analizaron estrategias para acelerar el impacto de la vacunación contra la enfermedad COVID-19.
Entre esas estrategias, se evaluó darle prioridad a la aplicación de la primera dosis de la vacuna contra la enfermedad COVID-19 para lograr la protección de una mayor cantidad de personas y favorecer la vacunación de los mayores de 60 años.
En este sentido, la ministra nacional aclaró que lo que se está evaluando, en función de la evidencia disponible, es “diferir la segunda dosis unos meses pero no dejar de aplicarla”, lo cual no tiene consecuencias en el efecto de la vacuna e “incluso en algunos casos ha demostrado que es más eficaz”.
Países como Reino Unido y Canadá decidieron diferir la segunda dosis. En el caso británico se observó la reducción de las internaciones y muertes en un 90 % en personas mayores de 60 años con una dosis.
Vizzotti señaló que en este momento el objetivo del plan de vacunación es bajar la mortalidad ya que “ningún país ahora está vacunando la cantidad de personas necesarias para eliminar la transmisión”. Además mencionó que se está a la espera de la aprobación de la vacuna de Sinopharm para mayores de 60 años para fortalecer la vacunación de este grupo y darles prioridad, un objetivo en el que coincidieron sus pares provinciales.
En una presentación sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 en el país, la directora nacional de Epidemiología, Analía Rearte, expuso que el 85 % de los casos se concentró en los menores de 60 años mientras que el 83 % de los fallecidos tenían más de 60, por lo que se priorizará en la vacunación a los adultos mayores.
La ministra indicó que tras un relevamiento a nivel nacional, el 86 % del personal de salud del país recibió al menos una dosis y alrededor del 50 % el esquema completo.
Por su parte, el subsecretario de Estrategias Sanitarias, Juan Manuel Castelli, explicó que 18 países tienen el 88 % de las dosis ofrecidas en el mundo. “Todos esperamos que la producción crezca y que la distribución se incremente en forma sostenida”, aseguró y añadió que Argentina tiene contratos firmados por 65.400.000 dosis y que continúan todas las negociaciones posibles con otros proveedores”.
En cuanto a la preparación para minimizar el impacto de la segunda ola, la ministra aclaró que este año “el partido se juega en el territorio, no en las camas de terapia intensiva”, ya que el sistema de salud se amplió al máximo. Por lo que el objetivo es la identificación temprana y si se evidencia un aumento de casos “disminuir la circulación de personas en forma transitoria sosteniendo las actividades productivas, comerciales y económicas”.
La titular de la cartera sanitaria nacional solicitó a sus pares desalentar los viajes al exterior “ante el riesgo individual y sanitario de introducir una nueva variante del virus” como así también fortalecer el estudio de PCR al ingresar al país, la declaración jurada y el control del cumplimiento de los 10 días de aislamiento desde el resultado de la PCR.
Durante la apertura del encuentro Vizzotti destacó la importancia de “tener un encuentro federal con las ministras y ministros de Salud de las 24 jurisdicciones y sobrepasar cualquier diferencia política. Tenemos la bandera de la salud más allá de cada situación”.
También reconoció la labor del exministro Ginés González García a quien los ministros describieron como un gran sanitarista que ejerció un rol fundamental en el manejo de la pandemia.
Finalmente, las y los ministros recordaron al subsecretario de Articulación Federal, Pepe Guccione, y a todos los que perdieron la vida en esta pandemia.