En las últimas horas surgió la novedad de un grupo de personas mayores que regresaron a la provincia de La Pampa contagiados con COVID-19 luego de participar de un torneo de Newcom en Federación, Entre Ríos, provincia muy comprometida sanitariamente y con la variante brasileña Manaos circulando.
Muchas veces se culpa a los jóvenes por las fiestas clandestinas y reuniones multitudinarias, claro está que aquí no se trata de una cuestión de edad sino de empatía, ausente en estos tiempos donde cada uno mira por si mismo sin importar lo que ocurra con el resto.
Mientras desde Salud pública se vive pidiendo cumplir protocolos, se organizan búsquedas activas, se trabaja sin descanso desde hace más de un año; mientras desde el Gobierno y cámaras que nuclean a distintos sectores se arman protocolos y se toman medidas para poder mantener abierta las actividades económicas; mientras docentes, no docentes, policías, entre otros muchos rubros, le ponen el cuerpo a la situación para una contención social y el bienestar físico y psíquico de quienes respetaron las medidas y pasaron un año prácticamente en sus hogares sin compartir con compañeros de aula o club, la contracara es moneda corriente con acciones como esta, que se suman a fiestas clandestinas, reuniones sociales, bares o pubs repletos, etc.
¿Hasta dónde llegará esa falta de empatía? A esta altura de la pandemia y en plena segunda ola ¿no aprendimos qué se puede y/o no hacer?, es verdad que siempre es más fácil culpar al resto pero… ¿nos hacemos cargo de lo que nos corresponde?, ¿cómo actuamos como sociedad?… este fin de semana largo llegó cargado de ejemplos, 2.100 autos por hora viajando a la costa, ocupación hotelera muy alta en las sierras, todo esto es posible y se puede hacer con cuidados, claro está, sin protocolos y principalmente sin responsabilidad social no solo vamos a afectar a los seres queridos, a los más cercanos, vamos a generar un inconveniente perfectamente evitables, como saturación de los sistemas de salud y, por ende, más muertos.
La imagen es captura de pantalla del evento, donde representantes de diversos equipos, de varios lugares del país, comparten un post partido a puro baile, eso sí, sin barbijos ni distanciamiento social.