La canasta básica aumentó 1.6% en julio lo que generó que una familia tipo (dos adultos y dos niños) necesite $67.577 para no caer en bajo la línea de la pobreza.
Asimismo, la canasta alimentaria creció en 2.1% durante este período, así que una familia necesita $29.003 para no ser indigente.
La inflación y los números continúan muy cuesta arriba en un país que comenzó con la reactivación económica pero que sin dudas tiene un arduo recorrido por delante para que esta situación de crecimiento comience a verse reflejada en una mejor calidad de vida en el pueblo argentino.