A través del medio oficial, el Gobierno de La Pampa comunicó que «entiende innecesaria la firma por parte del Estado Provincial del Consenso Fiscal 2022, ante el profundo convencimiento de que la mejor política fiscal, es la responsabilidad al administrar día a día los recursos públicos».
Sin embargo, expresó su apoyo al proceso de ordenamiento que conduce el presidente Alberto Fernández y celebró la vocación al diálogo genuino que propone el Gobierno Nacional.
El Consenso Fiscal de 2017, impulsado por el gobierno de Macri, establecía como elemento distintivo la entrega de soberanía tributaria por parte de La Pampa, factor determinante para su no adhesión.
En particular, se trató de una limitación progresiva a las potestades tributarias de las provincias que se manifestaban en topes a las alícuotas y exenciones en el Impuesto sobre los Ingresos Brutos y en el Impuesto de Sellos que disminuían gradualmente hasta el año 2022.
Esta baja de recursos debían ser sustituidos por impuestos al patrimonio (vehículos e inmobiliario), llegando en algunos casos a generar aumentos del 1.000%.
Por ende ese Consenso Fiscal desfinanciaba a la mayoría de las provincias, principalmente a las denominadas chicas, en tanto la pérdida de recursos que provocaba era imposible compensarla con un incremento de dichos impuestos patrimoniales, como por ejemplo aquellos vinculados a inmuebles de la clase media y del sector agropecuario.
Prueba de esa imposibilidad es que las distintas modificaciones que se firmaron fueron esencialmente prórrogas a su plena vigencia.
Asimismo, esas modificaciones tampoco han generado beneficios que ameriten su firma por parte de La Pampa.
«En cuanto a la situación tributaria actual, nuestra provincia tiene las escalas impositivas del Impuesto sobre los Ingresos Brutos a nivel ( según las escalas del Consenso Fiscal 2017 ) del año 2020, gravando las actividades comerciales y de servicios con alícuotas muy inferiores a las previstas en aquel acuerdo para 2022 (3% contra 5%)», concluyó la comunicación.