Luiz Inacio «Lula» da Silva lanzará hoy su candidatura a presidente de Brasil; será por el Partido de los Trabajadores junto al conservador Geraldo Alckmin, como compañero de fórmula. Irán contra el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Las elecciones en el vecino país y socio estratégico de la región son el 2 de octubre, en un clima muy raro donde se juegan claramente diversos modelos de gestión.
Las encuestas dan ganador a Lula con alrededor del 45% de los votos, con una ventaja cercana al 10% respecto de su contrincante político, el enorme desafío será intentar la victoria en una primera vuelta para así llevar adelante su tercer mandato.
Cabe recordar que esta derecha, con la complicidad de otros países, medios de comunicación y parte del Poder Judicial; en 2018, cuando Lula era el favorito en las encuestas, detuvieron al entonces candidato, por orden del exjuez Sergio Moro en el marco de la Operación anticorrupción Lava Jato, una prisión que lo inhabilitó de la liza electoral, en la que Bolsonaro se impuso a Fernando Haddad. El exmandatario pasó más de 500 días preso y fue condenado en dos casus, pero todos los procesos en su contra fueron anulados dos años después por manipulación y persecución política; algo similar a lo ocurrido en Argentina, donde se operó de manera similar en pos de intereses personales y comerciales para unos pocos, pero en detrimento de los derechos y oportunidades para el pueblo.