Más allá del resultado deportivo que terminó con el título para Racing, el Fútbol Argentino vivió otra tarde para el olvido, una más en los últimos tiempos con cosas que no tienen explicación. La Academia, sin ser campeón, se quedó con el Trofeo de Campeones.
En lo estrictamente futbolístico el Xeneize se adelantó con gol de Briasco y los dirigidos por Gago lo dieron vuelta con los goles de Rojas y Alcaraz. En el ganador fueron expulsados Carbonero y el autor del último gol, que en un gesto que provocando a la hinchada rival vio la roja, en tanto, en el equipo de Ibarra no terminaron el partido Villa, Varela, Advíncula, Fabra y Benedetto. Tello, árbitro del encuentro no estuvo a la altura de las circunstancias y no pudo manejar en ningún momento las acciones.
Un párrafo aparte se merece la actitud del Boca, claramente injusto campeón del Fútbol Argentino, con una dirigencia repleta de amigos pero sin norte, con un técnico que maneja chicos de Reserva pero no un plantel de Primera y con jugadores a los que la historia del club les queda demasiado grande. En una final no se puede terminar con tantas expulsiones y faltando el respeto a los millones de hinchas que dejan mucho por ver a un club demasiado grande para este tipo de papelones.