Esta tarde se dio a conocer el fallo de la Justicia, sabido con mucha antelación, contra la ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Fueron 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, por defraudación al Estado en la causa Vialidad.
Tras saberse el fallo la actual vicepresidenta de Argentina sostuvo que fue condenada por un Estado paralelo, «por una mafia judicial», en dicho contexto adelantó que no será candidata a ningún cargo electivo «mi nombre no va a estar en ninguna boleta».
Justamente en una semana en la que se conocieron detalles sobre un vuelo a Lago Escondido para armar causas entre jueces, fiscales, funcionarios del macrismo y del Grupo Clarín se conoce finalmente la condena a Cristina Fernández de Kirchner, juzgada con una vara diferente a la gente de Juntos por el Cambio, con denuncias mucho peores, o simplemente haciendo la vista gorda y no investigando, por ejemplo, el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional sin pasar por el Congreso de la Nación, hipotecando el sueño de millones de argentinos y argentinas.
«¿A mí administración fraudulenta del Estado y a éstos, los amarillos, que les dejaron 45 mil millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI) se pasean orondos en los aviones de Clarín…No voy a ser candidata. Una muy buena noticia para usted (Héctor) Magnetto ¿sabe por qué? Porque el 10 de diciembre del 2023 no voy a tener fueros, no voy a ser Vicepresidenta así que le va a poder dar la orden a sus esbirros de la Casación y de la Corte Suprema que me metan presa; sí, pero mascota de usted, nunca, jamás», afirmó la vicepresidenta, en un breve resumen que demuestra la realidad de un país manejado por intereses foráneos que solo benefician a unos pocos.
«Todos los cargos a los que accedí fueron siempre por el voto popular: cuatro Gobiernos en nombre del peronismo ganamos con el apellido Kirchner, en el 2003, en el 2007, en el 2011 y también contribuí a la victoria que obtuvimos en el 2019 cuando nadie daba dos pesos por el peronismo; eso es lo que me están cobrando y por esto me inhabilitan. Que la cuenten como quieran, me gustaría ver después los fundamentos», agregó en otro tramo de su exposición ante la sociedad argentina, que la eligió en reiteradas oportunidades de forma democrática.
Es preocupante lo que ocurre en Argentina, no por la condena a Cristina Fernández que, de tener culpabilidad en algunas de sus acusaciones debería pagar con cárcel como cualquier persona sino por la vara de una Justicia que lejos de ser independiente juzga y condena a quienes no le son funcionales, manejándose como un Partido Judicial que responde a intereses económicos y no a un Poder del Estado encargado de hacer cumplir la Ley de forma igualitaria.
Lo ocurrido en Lago Escondido es de una gravedad institucional enorme ya que que ningún habitante de este país queda exento de sufrir este tipo de ataques. Con la complicidad de un grupo de medios que se manejan con esos mismo intereses económicos y de un sector de la sociedad dominado por el odio más que por la razón se vuelve a una etapa oscura donde un conjunto de personas, muy chico, define el futuro de la gente.