Croacia superó a Brasil en la definición por penales (4-2), tras empatar 0-0 en los 90 minutos y 1-1, con dos golazos, en los 30 de prórroga. De esta manera los actuales subcampeones del mundo avanzaron a las semifinales y acabaron con las ilusiones de Brasil, uno de los máximos candidatos al título en Qatar.
Muy equilibrado y parejo resultó el primer tiempo, con Brasil intentando su habitual juego ofensivo y asociado y Croacia desplegando ritmo, velocidad y la conducción extraordinaria de Luka Modric, cerebro y motor táctico del equipo. Tuvo de entrada una buena chance el equipo europeo pero Iván Perisic, sólo en el área, no alcanzó a empujar el centro de Mario Pasalic.
En el segundo tiempo Brasil hegemonizó el control y las llegadas, convirtiendo al arquero Dominik Livakovic en gran figura. Tuvo tapadas y atajadas decisivas. Croacia, siempre guiado por Modric, no se entregaba, pero era evidente la superioridad brasileña.
Con el marcador sin quebrarse, fueron al alargue. Un golazo de Neymar, arrancando desde su campo y tirando paredes hasta introducirse en el área para gambetear rivales, arquero incluido, y definir con categoría, en tiempo de descuento del primer tiempo del alargue, pareció asegurarle el pasaje a Brasil.
Pero Croacia ratificó su resiliencia, su estado físico y su juego atildado. Y consiguió el empate -un zurdazo bárbaro del ingresado Bruno Petkovic-, a los 5 minutos del segundo tiempo del suplementario, y obligó a la resolución por penales.
Empezó pateando y convirtiendo Nicola Vlasic. Livakovic, que había sido héroe en la definición anterior ante Japón, volvió a ser decisivo, atajándole a Rodrygo el primer penal de Brasil.
A continuación Lovro Majer y Casemiro anotaron, lo mismo que Luka Modric y Pedro. Mislav Orsic convirtió el cuarto disparo croata. Marquinhos estrelló su tiro en el poste y desató el gran festejo de Croacia y la decepción para Brasil. Esta vez la alegría fue sólo croata.