La región desértica de Kubuqi fue llamada “el mar de la muerte” por ser una zona árida, estéril y despoblada. Ahora, sin embargo, su paisaje ha cambiado. Cientos de paneles solares azules y vegetación verde cubren el terreno.
Esta región autónoma de Mongolia Interior en el norte de China se está convirtiendo en la protagonista de la transición energética china al albergar el mayor panel solar del planeta. El área, que abarca unos 1,4 millones de metros cuadrados, alberga alrededor de 196.000 paneles fotovoltaicos.
La estación de energía de Junma, en el desierto de Kubuqi en Ordos es solo una parte del megaproyecto que China está desarrollando en Mongolia Interior. Este proyecto está destinado a producir energías renovables para todo el país y cuenta con 11.000 millones de euros de presupuestos, según el medio especializado.
Así, cuento esté terminada, la estación contará con 16 gigavatios de capacidad de energía, según un comunicado de unos de los constructores, China Three Gorges Group. Será capaz de enviar anualmente 40.000 millones de kilovatios/hora de electricidad a Pekín, Tianjin y la provincia de Hebei, con más de la mitad de energía limpia.
El proyecto aún está en su fase inicial, una vez finalizada, la instalación masiva incluirá 8 GW de energía solar, 4 GW de energía eólica y 4 GW de capacidad mejorada de carbón.
De momento ya ha generado más de 2.312 millones de kWh de electricidad verde, lo que equivale a ahorrar 760.000 toneladas de carbón estándar y reducir las emisiones de CO2 en 1,85 millones de toneladas, según apunta State Power Investment Corporation (SPIC), el contratista del proyecto.