La primera etapa de la obra de limpieza y adecuación del cauce del río Atuel en el tramo pampeano avanza a buen ritmo, cumpliendo con las expectativas de los propietarios cuyas tierras son aledañas al cauce seco del Atuel. Los trabajos comenzaron poco después que el gobernador Sergio Ziliotto visitara la zona y firmara con puesteros radicados, el permiso para el ingreso de las maquinarias.
Con el objetivo de acelerar la recuperación del ecosistema se lleva adelante el perfilado del cauce y encauzamiento, además de ejecutarse dos terraplenes de defensa.
Hasta el momento se llevan restaurados aproximadamente 3.650 metros del cauce, iniciando aguas arriba de la intervención, sobre un total de 8.600 metros.
Esta es una obra que se realiza por administración, con recursos del Gobierno provincial a través de la Dirección Provincial de Vialidad, en forma conjunta con la Secretaría de Recursos Hídricos y el municipio de Algarrobo del Águila. La misma avanza con normalidad, con un ritmo reducido en ciertos sectores donde la cobertura vegetal era mayor y corrigiendo la deposición del material removido (se redujo la altura de los montículos).
Cabe resaltar que, durante el mes de enero y atento a la licencia anual del personal, las obras no se paralizaron ya que la Secretaría de Recursos Hídricos y la Dirección Provincial de Vialidad, determinaron la contratación, por medio de Asuntos Municipales y el municipio de Algarrobo del Águila, de un servicio vial privado para garantizar la continuidad de los trabajos.
Por otro lado, y ante un pedido concreto de los técnicos viales y los puesteros se realizó un camino de servicio y una obra de paso en el puesto “El Cañaveral” de Zabala. Este camino, de unos 18 kilómetros, se desarrolló paralelamente a la traza del cauce, atravesando los establecimientos “La Elizabeth” y “La Porfía”.
Además, se marcaron sobre el material depositado, los sitios en los que se abrirán pasos para el cruce del ganado al otro lado del río.
Estas obras son las que se propusieron en el ámbito de la CIAI y cuentan con el acuerdo de la provincia de Mendoza y del Estado nacional. El objetivo de las mismas es recomponer el estado original del cauce en sectores puntuales para permitir la recuperación del ambiente en la zona, al momento que el caudal fijado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, de 3,2 m3/s, corra de manera definitiva y permanente.
Se trata de intervenciones menores, donde se hace una limpieza del cauce en zonas donde se ha sedimentado, ha crecido vegetación y modificó las zonas por donde escurre el agua, con afectación de instalaciones particulares de puesteros de la zona. En esta etapa se proyectó la intervención de cuatro tramos, que permitirá ordenar los escurrimientos, reactivar bañados y humedales específicos, así como atenuar daños a productores de la zona en momentos de crecidas.
Firma de acuerdo con puesteros
En los lugares a intervenir, los respectivos propietarios firmaron las debidas autorizaciones para el trabajo en sus predios.
Antes del inicio de las obras, el gobernador Sergio Ziliotto se reunió, en la localidad de Algarrobo del Águila, con los propietarios cuyas tierras son aledañas al cauce seco del río Atuel, acompañado por el intendente Oscar Gatica y el secretario de Recursos Hídricos, Néstor Lastiri.
“Después de mucho tiempo y con acuerdo de la CIAI, vamos a limpiar el cauce del Atuel”, expresó en su momento el mandatario.
“Acordamos permisos para ingresar con los equipos de la (DPV), y hacer realidad esa obra que hace mucho tiempo demandan los pobladores: tener el cauce limpio cada vez que Mendoza suelta el agua que le sobra. Aunque no perdemos la esperanza que el río Atuel corra de forma permanente y así recomponga el ambiente y vuelva a ser el motor del desarrollo del oeste pampeano”, señaló Ziliotto.
Ziliotto solicitó el acuerdo de los puesteros para ingresar en propiedad privada “para hacer los trabajos y consensuar eventuales tareas de mantenimiento. No podemos estimar cuánto tiempo tardará en volver a correr permanentemente el río, sabemos que no son los mejores tiempos de la Corte Suprema de Justicia. Pero la misma tozudez que tuvimos durante estos años, la seguiremos teniendo y esperemos que la Corte obligue a Mendoza a cumplir su propio fallo, para que no se siga produciendo este daño que vemos, día a día, con la creciente desertización y salinización del agua”.