En un partido cargado de polémicas y con un árbitro, Darío Herrera, que benefició al local, River le ganó a Boca 1 a 0 con un gol de penal en tiempo de descuento y se quedó con el Superclásico.
Así, el equipo Millonario se encamina al título local, en 15 fechas le otorgaron 10 penales y a pesar que hoy el resultado más lógico hubiera sido un empate, una vez más los fallos arbitrales inclinaron la balanza.
En relación a Herrera, además del penal falló en algunas expulsiones, al no sancionar con tarjeta amarilla a algunos jugadores que, sin dudas, hubieran cambiado el trámite del partido.
El final del encuentro fue un papelón, con peleas por cargadas de los jugadores de River y un tumulto que terminó con dos jugadores de Boca y uno del local expulsados.