En la Facultad de Ciencias Veterinarias se realizó un Taller de Actualización en Diagnóstico de Triquinosis.
El mismo fue dictado por Claudio Calvo y su equipo de trabajo, estuvo destinado a profesionales que se desempeñan en laboratorios afines a esto. Participó de la apertura la subdirectora de Producción Animal y Zoonosis, Laura Martínez.
Calvo manifestó que el objetivo del taller «es unificar criterios en cuanto a la técnica y si todos están aplicando los mismos procedimientos o los pasos a seguir. De alguna manera es charlar entre todos el modo de trabajo de la técnica de digestión artificial, también conocida como técnica enzimática, que es la única aprobada por SENASA para la detección de casos de triquinosis y que permite detectar bajas cargas de parásitos o larvas. Es más sensible y más segura”.
Consultado acerca de la situación en la provincia de La Pampa el profesional sostuvo que ”venimos bien. Hace varios años que no detectamos casos en humanos, sin embargo continúan apareciendo casos en cerdos domésticos, jabalíes y pumas. Se dan casos que muchos cazadores mezclan la carne del cerdo doméstico con la de puma, y a veces el diagnóstico de la digestión artificial de la carne de cerdo es negativa, pero el puma es positivo, quedando la carne contaminada”.
La enfermedad se mantiene en la vida silvestre, por eso es imposible combatirla o terminarla. Hay un ciclo doméstico que mantiene esta enfermedad y de la misma manera se da en la vida silvestre. «Si las personas toman conciencia, sobre todo en las reuniones familiares o carneadas y hacen analizar esa carne, se terminarían los problemas. La cuestión pasa cuando se consume carne sin estar analizada. Otro tema es cuando se compra sub-productos del cerdo que no traen una etiqueta o se desconoce la fabricación”.
Toma de muestras
Respecto a la toma de muestras Calvo comentó que “el parásito de la triquina es más frecuente que se encuentre en la entraña, que es la porción carnosa del diafragma, la base de la lengua, en el caso del jabalí, que camina mucho, en la zona del antebrazo, o sea, la triquina tiene cierta predilección por aquellos músculos que tienen mucha actividad y movimiento. Es en esos lugares donde preferentemente se debe tomar la muestra”.
Finalmente argumentó que “el gran problema que tenemos es que es una enfermedad que en el animal es asintomática, no así en los humanos. Podés tener un excelente animal doméstico, próximo a faenar, gordo sin ninguna sintomatología. En el ser humano los síntomas pueden ser gastroenteritis, fiebre, y lo que conlleva a fuertes dolores musculares, que es donde la larva se va a enquistar. Es una enfermedad zoonótica, que si no se la toma con la importancia que tiene en muchos casos podemos tener graves sorpresas”.