Haz lo que yo digo y no lo que yo hago

A horas del debate presidencial, en plena recta final de la campaña de cara a las Elecciones de este mes, se desató un escándalo con Martín Insaurralde. El jefe de Gabinete del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires quedó en evidencia con las fotos de sus lujosas vacaciones en El Mediterráneo.

Claro está que el político tiene todo el derecho del mundo a tomarse vacaciones pero este tipo de acciones realmente exponen a estos personajes que muy lejos están de representar al pueblo argentino.

Preocupados más en su bienestar y de los seres que los rodean, se alejan más de los principios del Movimiento Nacional Justicialista que utilizan para su beneficio personal.

Argentina lucha con una crisis económica sin precedentes producto de un endeudamiento feroz, de una inflación imparable, de empleos muchas veces no bien pagos. El país se juega entre un modelo inclusivo y de ampliación de derechos o el regreso a las privatizaciones y la «mano dura». En ese contexto el ex intendente de Lomas de Zamora se encarga de tirar por la borda muchos esfuerzos, principalmente de la militancia que cree y pone la cara, y se muestra en redes sociales en un yate de lujo, bebiendo champagne y con joyas y bolsos de primeras marcas para su nueva pareja, es decir, una vida que la enorme mayoría del pueblo siquiera sueña.

Lejos de clases de moral y/o de juzgar qué está bien o mal o hasta donde llegan los derechos y obligaciones de cada uno, lo bueno sería que dejen de tomarle el pelo a la gente, y que la Justicia investigue de dónde salen los fondos para este tipo de vida de lujo, que no se podrían llevar adelante solo con el sueldo de funcionario público.

«Haz lo que yo digo y no lo que yo hago», reza la frase del filósofo Séneca en el año 56 DC, pero muy acorde a la realidad en pleno 2023.