El Salón de Usos Múltiples del Colegio Belgrano, en la ciudad de Santa Rosa, fue sede de un concurrido conversatorio sobre identidad, negacionismo y Derechos Humanos, con la participación de Miguel “Tano” Santucho, quien recuperó a su hermano hace muy poco tiempo, luego de la cruel Dictadura Militar.
La mesa central estuvo compuesta por la secretaria General de la UTELPa, Rosana Gugliara, Miguel Santucho y Nina Dip, integrante de la Comunidad Mapuche Ranquel de Toay, quien abordó el tema: Nuestras Identidades de Pueblos Originarios ¿de quienes descendemos?.
En el marco de los 40 años de democracia desde UTELPa se reafirma el eje, como política sindical, de Memoria, Verdad y Justicia, “son luchas históricas de UTELPa y CTERA, en esta oportunidad con la presencia de Miguel “Tano” Santucho, que ha recuperado a su hermano hace poco más de dos meses y un encuentro con las y los jóvenes de Colegios Secundarios. Es una alegría tenerlo, poderlo escuchar y que las y los estudiantes puedan tener de las voces de los protagonistas de esta historia, más aún en tiempos de discursos negacionistas y que reivindican el genocidio, intentando romper los contratos que como sociedad, desde hace 40 años con el retorno a la democracia, venimos construyendo”, comentó Rosana Gugliara.
La secretaria General de UTELPa llamó a seguir construyendo Memoria de manera colectiva, “y las nuevas generaciones tienen que conocer esta historia y desde sus protagonistas mucho mejor todavía, son las fuentes necesarias para que nunca nos olvidemos porque si nos olvidamos podemos caer en errores gravísimos como por ejemplo con estos candidatos totalmente negacionistas, como Milei o Bullrich, que realmente piensan en otro país”.
A modo de cierre recordó que CTERA se constituyó en 1973, algunos años más tarde lo hizo la UTELPa, y que el primer maestro asesinado por la dictadura genocida en 1976 fue Isauro Arancibia, quien era referente sindical de Tucumán y la CTERA, “más de 900 docentes detenidos, desaparecidos, por lo tanto esa es nuestra historia, de esa historia venimos y no se tiene que repetir, el Nunca Más tiene que ser hoy, más que nunca, no un slogan sino un hecho concreto”.
Miguel “Tano” Santucho
Expresando su satisfacción de poder compartir este conversatorio sobre identidad con estudiantes, Miguel Santucho explicó que su intervención gira en torno al derecho a la identidad, a la búsqueda de las Abuelas de los 300 hombres y mujeres que todavía faltan encontrar, “pienso tratar de transmitir la inmensa alegría que siento a partir de que mi hermano Daniel nos encontró, de la importancia de la búsqueda no solo a nivel individual, que a mí me cambió la vida y llenó de alegría, sino también colectiva, del conjunto como sociedad, la importancia de poder reconstruir entre todos y todas la memoria histórica de este país y devolver a sus verdaderas familias a cada uno de estos hombres y mujeres, que todavía no las conocen”.
Consultado por la charla con las y los jóvenes y los discursos negacionistas, Santucho sostuvo: “hace décadas que en Argentina estamos librando una batalla cultural, claramente queremos que lo que nos pasó a nosotros no vuelva a pasar nunca más, ni en Argentina ni en ningún otro lugar. Es fundamental que los jóvenes que se inician en estos discursos sientan que lo que pasó ocurrió realmente, que no tengan dudas sobre los hechos, hay una gran construcción, en Argentina logramos cosas importantes como llevara a la Justicia a muchos de los responsables del genocidio, que se instale la Argentina como un lugar de referencia en el Mundo en la batalla por los Derechos Humanos y sobre todo que es actual, hoy en día no solo estamos luchando contra las consecuencias de lo que pasó, como decía hay 300 hombres y mujeres que todavía no saben quiénes son y muchos de los responsables siguen impunes, pero también entender que para cada uno de ellos es importante poder ubicar, saber y resignificar lo que pasó en los términos actuales, porque hay muchos derechos que todavía siguen vulnerados y necesidades que están insatisfechas. La forma es potenciando esta democracia, llenándola de sentido y participación para poder solucionario, no creer en soluciones mágicas o dejarse llevar por el rencor o el enojo, que por lo general son malos consejeros”.