Claramente CONMEBOL volvió a equivocarse, esta vez con no cambiar la sede de la final de la Copa Libertadores donde Boca enfrentará, en Río de Janeiro, a Fluminense. Allí los hinchas Xeneizes no paran de ser agredidos por barras y reprimidos por la policía.
El plantel tendrá hoy su último entrenamiento de cara al trascendental partido de mañana a las 17 horas.
Jorge Almirón tiene casi todo definido y hará una variante en relación al equipo que superó a Palmeiras en semifinales: Nicolás Valentini, recuperado del golpe que lo sacó de la cancha en el clásico con Racing, estará en lugar del suspendido Marcos Rojo, expulsado en la vuelta de semis.
De esta forma, el DT mantendrá el esquema 4-4-2 con la presencia confirmada de Valentín Barco, que ayer entrenó a la par y la dupla de delanteros conformada por Miguel Merentiel y Edinson Cavani.
Ayer los barras del Flu se dirigieron por la avenida principal de Copacabana y se lanzaron a atacar de manera organizada a los hinchas de Boca que estaban en la playa. Los simpatizantes xeneizes se defendieron de las agresiones y los robos que hubo por parte de los brasileños, que accedieron con la zona liberada.
La policía llegó diez minutos más tarde de lo ocurrido para reprimir con balas de goma a pocos metros de la gente y gases lacrimógenos.