Millones de argentinos y argentinas, en todo el país, se movilizan en rechazo al brutal ajuste del Gobierno Nacional contra las universidades públicas. En lo que va del año, y tras conocerse la convocatoria a la marcha, solo se enviaron fondos para gastos de funcionamiento pero el presupuesto real es de un 71% menos que lo necesario para funcionar.
Claro está que la educación y formación de personas molesta al Gobierno de Javier Milei, que atacó fuertemente al sector perjudicando así a miles de estudiantes que actualmente cursan sus estudios superiores y, más grave aún, poniendo en riesgo la posibilidad de estudio en las generaciones futuras.
La crisis del financiamiento universitario tuvo como punto de partida la decisión del Ejecutivo de prorrogar el Presupuesto 2023 para este año, sin considerar la inflación del año pasado del 211% y el 51,6% acumulado en el primer trimestre del año.
Si se toma en cuenta que el presupuesto en 2023 fue $1.385.290 millones (1,3 billones), y el actual vigente para todo el año es de $1.440.397 millones (1,4 billones), la caída interanual en la ejecución presupuestaria universitaria fue del 32,6%.