La intendenta Fernanda Alonso recorrió las obras correspondientes al cerramiento del depósito general semicubierto existente y el depósito de frutas y verduras que se hallan en el Comedor Alborada, en General Pico. El plazo de finalización de las mismas se concretaría en aproximadamente un mes.
En ambos se concretará la colocación de aberturas y ventanas, con piso de hormigón y cielorraso de PVC. En el primero de los casos, de acopio y fraccionamiento, se instalará un ingreso independiente con portones para la carga y descarga de mercadería.
En el segundo de ellos, se ubicarán heladeras para el mantenimiento de elementos frescos.
Acompañaron a la jefa comunal el presidente del Concejo Deliberante, Alberto Campo; la secretaria de Desarrollo Social, Gabriela Luna Echegaray; el director de Infraestructura y Obras Municipales, Agustín Vitali; el concejal Mario García y equipo técnico de la Secretaría de Obras Públicas.
“Observamos los avances de la construcción, que inició hace unos meses y que tiene como objetivo general de respuesta al mencionado centro logístico del municipio. Es este un lugar al que se fue perfeccionando todo este tiempo”, comentó la secretaria de Desarrollo Social.
Luna Echegaray aseguró que, “por un lado, se proyectó un espacio para el acopio de mercadería seca y, por otro, el reacondicionamiento de la cocina, que es donde todos los días las trabajadoras elaboran las colaciones para las personas que hacen actividades en el municipio”.
“Esto resulta muy importante para nosotros porque otorga mucho orden al resguardo de alimentos que permanentemente entran y salen, ya que en función del contexto socioeconómico que estamos viviendo, sí o sí teníamos que tener una organización en cuanto a las cuestiones nutricionales pero también a las de infraestructura”, agregó la funcionaria.
Entre otras cosas, aseveró aportará más calidad laboral a quienes se desempeñan en este sitio. También se refirió a la importancia de este establecimiento. “Se abastecen todas las propuestas de la Secretaría, salvo los CDI que tienen su propia forma de guardado, y se brindan alimentos para las familias. Eso implica limpieza, una planificación y, entendiendo que la demanda puede seguir creciendo, se realiza esta ampliación”.
“Siempre estamos buscando el mejor precio y optimizando el uso de los fondos públicos. Para ello, debemos comprar bien, analizar lo adquirido, atender a las demandas pero también guardar los productos en un sector cómodo para las y los empleados a fin que llegue a las y los piquenses como corresponde”, concluyó.