Inflación del 4% en un país donde el consumo se derrumba

A pesar del derrumbe en el consumo, producto que el dinero alcanza cada vez menos y la gente paga los alimentos en cuotas, la inflación fue de un 4%. El acumulado en los últimos 12 meses muestra un altísimo 263.4%.

Si bien el Gobierno muestra el número como un logro, claro está que una lenta baja en la inflación a costa del hambre de millones de personas no tiene ningún tipo de justificativo. Además, en un contexto donde las personas priorizan cubrir las necesidades básicas alimentarias, es lógico pensar que ese número debería continuar bajando, aún cuando no se traslada a los precios en las góndolas.

En el análisis por sectores, los que registraron mayor aumento en el mes fueron Restaurantes y hoteles (6,5%) y Bebidas alcohólicas y tabaco (6,1%), en este último caso por el incremento en cigarrillos. A ellos se sumó Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (6,0%), una categoría impactada por las subas en los alquileres y la actualización de las tarifas de servicios públicos.

En el otro extremo, las dos divisiones del informe que registraron las menores variaciones en julio fueron Prendas de vestir y calzado (1,6%) y Transporte (2,6%).

“Para nosotros la inflación es un tema que. desde lo técnico está terminado, porque hicimos todo lo que había que hacer para solucionarla, lo que queda es tiempo, para ir viendo esa inflación derrumbarse”, dijo ayer el vocero Presidencial, Manuel Adorni, en una clara muestra que ese «hicimos lo que había que hacer» fue trasladar los aumentos directamente a la gente.