Represión a jubilados (pobres) y foto con empresario (rico)

Este miércoles puede tomarse como un día donde la foto del Gobierno Nacional de La Libertada Avanza, y sus socios políticos, demuestra para quien gobierna y cuáles son sus intereses.

Mientras las fuerzas de seguridad reprimían con golpes y gases lacrimógenos a jubilados que protestaban por tener ingresos mínimos, el presidente se sacó una foto con el titular de Mercado Libre, quien se benefició en más de 100 millones de dólares por exenciones impositivas.

Un grupo de jubilados protestó frente al Congreso de la Nación ante el veto por la movilidad jubilatoria lo que generó un hecho al que este Gobierno, y las fuerzas de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich, ya nos tiene acostumbrados, represión.

Así, impidiendo un derecho constitucional y más aún tratándose de una causa noble, ya que hablamos de jubilados que cobran una cifra miserable por mes que no alcanza siquiera para comprar medicamentes o alimentos (que además tuvieron incrementos notables en sus costos), queda demostrado que «la casta» pueden ser, tranquilamente, los jubilados.

Reunión con Galperín, favorecido por el RIGI

Mientras esto ocurría frente al Congreso de la Nación, Javier Mieli estuvo en Mercado Libre, charlando con Marcos Galperín y en una foto con empleados de la firma, que se vio beneficiada por exenciones impositivas producto del RIGI, que se reflejaría en alrededor de 100 millones de dólares de impuestos que no pagará gracias al favor del «Estado Argentino».

El empresario, con una de las mayores fortunas de Argentina y residente en Uruguay desde hace unos años, aseguró apoyar a Milei en «su afán de convertir a Argentina en el país más libre del mundo».

MercadoLibre tiene el apoyo en plena disputa con los bancos locales por supuesta «concentración prohibida, cartelización y prácticas coordinadas» en detrimento de la billetera de Mercado Pago, su ‘fintech’.

Nuevo ejemplo de «para quién gobierna» Milei, no hay plata para jubilados pero sí para que unos pocos no paguen impuestos o fuguen capitales.

Por Federico Gómez