En las últimas horas se conocieron números que pintan la realidad de Argentina. A pesar del brutal ajuste a los sectores más desfavorecidos, la quita de subsidios y los aumentos desmedidos el PBI del país cayó 3.4% en los últimos 6 meses.
El rumbo que Javier Milei quiere para el país no beneficia a las mayorías, claramente solo vive bien un selecto grupo mientras que el resto de la sociedad sufre las consecuencias de las medidas que toman los ministros del Macrismo junto al presidente.
El Producto Bruto Interno (PBI) mide el tamaño de la economía y en recesión y sin políticas que impulsen la producción local solo hace que éste sea cada vez menor.
Por el lado de los sectores de actividad, se destacan los descensos en Construcción (-22,2% ia), Industria manufacturera (-17,4% ia) y las actividades de Comercio mayorista, minorista y reparaciones (-15,7% ia), siempre hablando de la evolución interanual del segundo trimestre del año. En el primer caso, tuvo una alta incidencia el freno de la obra pública financiada por el Estado nacional, una de las decisiones tomadas por el Gobierno con el fin de achicar el déficit público. En lo que respecta a la industria y al comercio, las bajas se asocian en gran medida a la retracción del consumo, provocada por la pérdida del poder adquisitivo de los salarios.
También se contrajeron la intermediación financiera (-9,8%), los impuestos netos de subsidios (-6%), el sector de “otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales” (-4,3%), los hoteles y restaurantes (-4,5%), las actividades inmobiliarias (-1,2%) y la administración pública (-0,8%).
Un sector que no pierde nunca
Gobierne quien gobierne en Argentina siempre hay un sector que jamás pierde, el campo, y es que pesar del llanto permanente por sequía, inundaciones, incendios, retenciones, apertura o cierre de exportaciones, impuestos, enfermedades o cualquier otro tema de actualidad que se excusa, el campo siempre muestra números positivos.
Vale la aclaración que al hablar del campo se hace referencia a grandes terratenientes y no a pequeños productores o quienes brindan servicios al sector agrícola-ganadero.
Aquí, los números demuestran que creció con fuerza el sector de agricultura, ganadería, caza y silvicultura (81,2% ia), aunque se debe tener en cuenta que la comparación se hace contra un año particularmente negativo, debido a los efectos producidos por la sequía que azotó a las zonas más productivas del país. Ese sector por sí solo, proporcionó un crecimiento de 5,09 puntos porcentuales al PBI, con lo que se contrarrestó la mayor parte de la caída generada por los sectores con balance negativo.
Además del agro, crecieron la pesca (41,3%), la minería (6,6%), el servicio doméstico (3,7%), el sector de electricidad, gas y agua (2,8%), el rubro de transporte y comunicaciones (2,2%), la enseñanza (1%) y los servicios sociales y de salud (0,3%).