Crece la inflación y la canasta básica cada vez más inalcanzable

Por Federico Gómez

A pesar de los ajustes, una devaluación del 118% que pulverizó el poder adquisitivo de los asalariados, los recortes en subsidios y medicamentos, y la liberación de precios que generaron que servicios y alimentos se incrementen (en muchos casos) más de un 1000%, la inflación no se detiene y la canasta básica sumerge cada mes a miles de argentinos en la pobreza e indigencia.

Sin rumbo económico y con un plan que solo es beneficia a los amigos del Gobierno, en septiembre la inflación del INDEC fue del 3.5% (un 127% desde que asumió Milei) aunque la realidad queda demostrada con la canasta básica, que indica que una familia necesita $964.620 para no ser pobre.

Con una desocupación que mes a mes crece y con salarios muy por debajo de esos números, además de una actualidad que demuestra que solo un 50% de los salarios son en blanco (el otro 50% cobra mucho menos), la situación del país se torna caótica.

La verdadera casta resultó ser el común de la gente y no la política, que vive muy alejada de la vida real. Sueldos millonarios para funcionarios, diputados y senadores que se aumentan sus salarios a mano alzada, nombramientos a gran escala en puestos del Gobierno para amigos y dirigentes que responden al partido político de turno, mientras millones de personas no llegan siquiera a mitad de mes, demuestra que nada ha cambiado.

Así, mientras en un sector se «tranza» con los aliados para lograr objetivos (en su mayoría económicos), del otros lado surgen las internas y peleas de dirigentes que lejos están de representar los valores de un Movimiento histórico que siempre dejó en claro que primero está el pueblo, después el Movimiento y por último las personas (en este caso los dirigentes).

Sin dirigentes potables, serios y que representen las banderas que sacaron al pueblo de la pobreza (Soberanía Política, Independencia Política y Justicia Social), preocupados más por fueros o mantener «el kiosco» en que han transformado su puesto; y mientras otro sector reivindica a Colón, Roca o Margaret Tatcher, que desfinancia la educación, la salud, saca el oro del país, lo endeuda y se sostiene con mentiras y la complicidad de los medios hegemónicos, tristemente NO hay futuro posible.