Tal vez las nuevas generaciones no lo sepan pero en los años 90, en Argentina, hubo un presidente muy parecido a Javier Milei. Con hechos mediáticos que desviaban (con la complicidad de los medios) los desastres que generaban sus políticas, generó desempleo, pobreza y destrucción de la industria nacional.
Así, Carlos Menem jugaba al básquet, al fútbol, al tenis, manejaba una Ferrari y hasta se mostraba cerca de Amalia «Yuyito» González, coincidiendo con el actual presidente de la Nación, solo que unos 30 años más tarde.
Empecinado en privatizar, dejó a miles de argentinos y argentinas sin trabajo, traduciendo la felicidad del pueblo en una estabilidad con el dólar (1 a 1) pero con consecuencias nefastas de endeudamiento y enriquecimiento personal.
Hoy, inclusive, hay varios familiares del entonces presidente en el actual Gobierno, tal es el caso de Martín, presidente de la Cámara de Diputados. No es casual, la historia y sus actores vuelven a repetirse, Javier Milei canta para sus fanáticos, o para su mujer, se desvive por Estados Unidos y se especializa en la red social X, en el mientras tantos el pueblo argentino paga las consecuencias de sus actos.
Párrafo aparte para la Justicia, que al igual que en los 90 mira y no ve, solo investiga y persigue (y está bien que cumpla con su rol aunque no de manera parcial) a un sector político, mientras Argentina se endeuda sin pasar por el Congreso, se lleva el oro nacional al exterior y hasta se permite un blanqueo de dinero cuyos fondos tienen origen incierto.