Tras dejar la conducción de la Bancada del PRO en el Senado, el cordobés dijo que le gustaría ser candidato a gobernador de su provincia por La Libertad Avanza.
Luis Juez es, sin dudas, alguien que intenta tapar con palabras su trayectoria política, carente de ideología y priorizando el beneficio personal por sobre la sociedad, en sus 61 años de vida ha pasado por múltiples partidos políticos en lo que podría ser un verdadero ejemplo de casta.
Sus inicios fueron en la Juventud Peronista, en los 90 fue un soldado de Carlos Menem y defensor de las políticas económicas de Domingo Cavallo; en su provincia militó para De la Sota, fue candidato de Schiaretti, tuvo su etapa kirchnerista con frases recordadas como «Kirchner en el corazón» pidiendo su reelección en 2007; tuvo su paso por el Socialismo, siendo socio de Binner y Pino Solanas (entre otros dirigentes), perdió múltiples elecciones como candidato a gobernador en su provincia, entre ellas junto a la mujer de De la Sota (Olga Ruitort) con quien otra vez no le fue bien, con la llegada de Macri se pasó al PRO, fue embajador en Ecuador (país del que debió huir por sus dichos y accionar) y actualmente senador por ese espacio, llegando de la mano de otro Radical acostumbrado a la conveniencia personal más que a sostener una ideología, Rodrigo de Loredo (yerno de Oscar Aguad).
Ya en 2023, Luis Juez apoyó a Rodríguez Larreta en su carrera presidencial, pero tras algunos movimientos políticos que no le gustaron pasó su militancia hacia Patricia Bullrich en esa interna. Tras quedar terceros (detrás de Milei y Massa) se quedó sin candidato y en ese momento expresó que no le gustaba ninguno de los dos candidatos a presidente «no me gustan las películas de terror» (había dicho), finalmente votó por Milei y a poco más de un año, en lo que él denominó una expresión de deseo, se bajó del PRO para pasarse abiertamente a La Libertad Avanza.
Una página más en la historia de un político perfectamente ejemplificador de «la casta», con todos los vicios y muchas explicaciones que jamás dio a la sociedad, como por ejemplo una causa (del año 2005) por tener 5 millones de dólares en el exterior sin declarar, pero que en televisión aparecen hablando de moral y de terminar con «algo» de lo que claramente es parte desde hace 40 años.