En enero hubo aumento en combustibles, alimentos, servicios y algunos rubros que inciden en la medición de inflación, aún así, según el INDEC la misma fue solo del 2,2%, algo que claramente no se condice con la realidad.
Los mercados en Argentina se pulverizaron, perdieron un 8%, volvió a crecer el Riesgo País, las reservas debilitan la solvencia y el FMI pide más ajuste o una posible devaluación; más allá de los indicios económicos, lo cierto es que los salarios perdieron mucho más que un 2,2%.
“El proceso de desinflación continúa”, dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, quien destacó tres cifras: la inflación más baja en casi 5 años; los Bienes, en 1,5%: y la Canasta Básica, en 0,9 por ciento. El dato fue celebrado también por el presidente Javier Milei, quien tuiteó “VAAAAAAAAMOOOOOO TOTO…!!! IPC ENERO 2,2%. Fin”.
Claro está que o la realidad que vive el Gobierno es muy diferente a la que toca al común de la sociedad o el INDEC vuelve a acomodar los números inflacionarios contra una canasta -sobre todo de alimentos- que aumenta mes a mes, y mucho más que un 2,2%.