Un informe privado (consultora Pulso Research) arrojó que 7 de cada 10 familias resignaron consumos en estos últimos meses. El dato más preocupante es que 6 de cada 10 lo hicieron con alimentos.
En dicho contexto, un 50% de las familias se endeudaron para solventar gastos comunes y un 40% dejó de pagar servicios o impuestos.
El Gobierno de Javier Milei se aferra a bajar la inflación, pese a que ello solo se de porque la gente compra cada vez menos, generando una brutal caída de la economía, cierre de pymes e industrias y nuevamente el fantasma de la desocupación, que mes a mes se cobra nuevas víctimas.
Con muchos salarios por debajo de la inflación, y muchos más que ni siquiera cubren la canasta básica de alimentos, la toma de deuda se ha tornado moneda corriente entre muchos sectores.
Otro dato curioso es la caída de recaudación por el pago de impuestos y la acumulación de facturas por servicios, hechos que demuestran que las familias priorizan la alimentación, acumulando deudas.
Miedo a perder el trabajo
Finalmente, un dato que se marca cada vez más es el miedo a perder el trabajo, y es que un 50% de los encuestados manifestó esa preocupación. En ese marco, resalta que la baja de la inflación no se refleja en el poder adquisitivo, o de compra, porque tanto servicios como alimentos y demás productos aumentaron muy por encima del índice IPC (inflacionario).