Si bien la falta de infraestructura en rutas nacionales viene desde hace años, la realidad marca que desde diciembre de 2023 no solo no se invirtió un solo peso en nuevas obras viales sino que, además, se dejó de realizar mantenimientos mínimos en las múltiples arterias que unen al país.
Días atrás, el titular de Vialidad Nacional, Marcelo Campoy, quien depende del ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, envió una nota a las diversas dependencias del organismo con la orden: «Ante la situación económica financiera actual, se hace necesaria la finalización y cierre de las obras en las cuales se torna inviable su ejecución por las razones expuestas».
De esta manera muchas rutas, que ya están intransitables y son peligrosas para la vida de millones de personas, seguirán agravando su deterioro.
Según la circular, se deberán anular no solo los contratos de reparación y construcción de carriles sino también todos los servicios como el mantenimiento de la iluminación en cruces, de las banquinas o cortar el pasto. Esto pone a los funcionarios a tiro de demandas penales por posibles accidentes y víctimas fatales.