Mes a mes los precios de alimentos, combustibles, servicios, prepagas, escuelas, vestimenta, medicamentos, entre tantos otros, incrementan su valor, generando cada vez más complicaciones para acceder a los mismos; sin embargo, el Gobierno Nacional -a través del INDEC- celebran una disminución en los aumentos por inflación.
Claro está que la medición no es la adecuada o, al menos, una que marque la realidad que viven millones de argentinos y argentinas. Con retoque permanente de precios en servicios y productos esenciales para la vida, los porcentajes inflacionarios del INDEC parecen quedar muy lejos de lo que sufre el bolsillo de la gente.
Junio ya llegó y con el nuevo mes también se viene un nuevo incremento en los servicios de luz, agua, gas y combustibles, solo por nombrar algunos, a pesar de ello las consultoras privadas ya adelantaron que la inflación de mayo (donde también hubo incremento de precios) rondará el 2%.
Una pregunta sencilla para cada familia sería si un aumento del 2% en sus salarios llega a cubrir las subas en todos los rubros antes mencionado, la respuesta es muy simple, NO, ya que los salarios corren muy por detrás de una inflación mentirosa que no hace más que seguir empobreciendo a la enorme mayoría.
Los números en Argentina están en rojo, una nueva toma de deuda millonaria con el Fondo Monetario Internacional marca el parámetro que las medidas económicas no son las adecuadas, además, 3 de cada 4 personas tomaron deuda para poder cumplir con las obligaciones mensuales (en un gran porcentaje para comprar alimentos).
Otro hecho no menor es la brutal deuda con el interior, ya que Nación se apropia de recursos provinciales para mostrar superávit pero se olvida que fuera de la Capital Federal también viven argentinos y argentinas que necesitan la presencia del Estado.
Con la excusa de la corrupción en la obra pública se pierden miles de puestos de trabajo, además del abandono total de tareas fundamentales para el desarrollo de cualquier país, como el mantenimiento de rutas.
Hasta el momento, en estos 18 meses de gestión de Javier Milei, solo se han puesto excusas y todo se justifica con mayor control, ñoquis, corrupción, auditorías, acusar a gobiernos anteriores, pero hay muy poco para mostrar.
La gente se empezó a cansar, Misiones lo demostró con una manifestación que generó la suspensión de un acto de La Libertad Avanza, el desinterés por la política es notorio ya que en las elecciones de este año el porcentaje de votantes apenas supera el 50%, la falta de alternativas lo es también, pero los hechos de corrupción no se terminaron ya que el presidente, involucrado junto a su hermana en el caso $Libra, sus funcionarios, quienes piden «retornos» a las personas que nombran, y las pautas, camufladas para no romper un relato, están a la orden del día.