La pérdida del poder adquisitivo y el uso del dinero para gastos esenciales (fundamentalmente pago de servicios y compra de alimentos) generan una fuerte caída en las ventas. Para el Día del Padre, se disminuyeron 1,7% en relación a 2024.
Aún con muchas promociones por parte de más del 90% de los comercios, las ventas no solo no repuntaron sino que cayeron, lo que dio otro golpe al comercio minorista.
Las principales estrategias aplicadas para motorizar las ventas fueron las facilidades de financiación con tarjetas de crédito y los descuentos por pago en efectivo, aunque su efectividad resultó limitada en un contexto con gran cautela por parte de los consumidores.
El ticket promedio alcanzó los $ 41.302, lo que representa un incremento nominal frente al año pasado, pero al descontar la inflación del período implica una caída real del 8,9% en el poder de compra de ese gasto respecto al 2024.
Este dato se alinea con el comportamiento observado en la mayoría de los rubros, donde las ventas se concentraron en productos de menor valor y en artículos en promoción, priorizando el cuidado del gasto familiar.
Fuente: CAME