El INDEC dio a conocer la inflación de febrero, muy por encima de los análisis previos se ubicó en el 4.7%, el Gobierno no puede controlar los precios, fundamentalmente en alimentos, que crecieron un 7.5%. En marzo al triste número, que acumula un interaunal del 52.3%, hay que sumar, por ejemplo, el incremento en los combustibles.
Nación y el FMI acordaron un techo anual del 48% pero solo en dos meses la inflación crece al 8.6%, de esta manera parece muy difícil la situación general aunque lo que más preocupa es el bolsillo de trabajadores y trabajadoras, cada vez más devaluado y con políticas solo asistenciales pero que nada hacen para una cuestión de fondo y de estabilidad.
Desde algunos sectores de Economía se culpa la guerra entre Rusia y Ucrania, aunque esta comenzó el 24 de febrero y si analizamos los últimos años la misma siempre superó el 50%.