La industria pyme no logra recuperarse, opera solo a un 59% de su capacidad instalada, sufre con los altos costos de producción y los constantes aumentos.
Así, y si bien la comparativa con enero de 2024 tuvo una mejora (12%) -cabe recordar que se venía de una devaluación del 118% y de una caída de más de 22 puntos- las industrias del sector operaron al 59,4% de su capacidad, 2,7 puntos porcentuales menos que en diciembre de 2024 y 16,5 menos que en enero de 2024.
Un informe de CAME indicó que: «La incertidumbre en los precios internacionales de insumos clave para las industrias también influyeron en la rentabilidad, mientras que la falta de acceso al crédito y los costos logísticos elevados fueron mencionados como obstáculos para la producción y el crecimiento del sector».
Desafíos y oportunidades para el sector
El panorama de la industria pyme sigue con un escenario complejo, marcado por dificultades estructurales que impactan en la producción y en la estabilidad financiera de las empresas. Uno de los principales desafíos que enfrentan es el cumplimiento de obligaciones laborales, especialmente el pago de salarios.
Según los datos relevados, el 29,3% de las firmas del sector Metal, maquinaria y equipo, y material de transporte ha reportado dificultades para afrontar este compromiso, una situación que refleja la presión que ejerce el encarecimiento de insumos importados y la competencia con productos del exterior.