El Fondo Monetario Internacional impone sus políticas en Argentina y el Gobierno de Javier Milei avanza contra derechos adquiridos a lo largo de los años
Como parte del acuerdo por el endeudamiento por 20.000 millones de dólares, tomado por el Estado Argentino con el FMi, se analiza una reforma previsional hecho que, sin dudas, pondrá en peligro no solo las Cajas Previsionales sino también el futuro de miles de trabajadores y trabajadoras que mes a mes hacen sus aportes pensando en su jubilación.
Argentina tiene un 42% de trabajadores en la informalidad, situación que luego se convierte en un problema ya pone en riesgo todo un sistema, incluso de quienes aportan desde la formalidad de sus empleadores. Claro está que el mencionado problema no es del trabajador o la trabajadora sino de las personas que no realizan los aportes correspondientes, y de un Estado que, lejos de controlar, permite este tipo de situaciones.
Por lo pronto la titular del Fondo marcó la cancha a Nación y prácticamente impuso una serie de condiciones para llegar al tan mencionado déficit cero, Kristalina Georgieva, dijo recientemente: “Partiendo del compromiso de las autoridades con un objetivo de déficit cero y de su trayectoria de lograr el primer superávit fiscal en casi dos décadas, el programa se centra en fortalecer la calidad y la sostenibilidad del ancla fiscal. Esto se sustentará en una disciplina continua del gasto, medidas de eficiencia y reformas bien secuenciadas de los sistemas tributario, de coparticipación de ingresos y de pensiones. Se seguirán realizando esfuerzos para proporcionar suficiente margen fiscal para la asistencia social prioritaria y el gasto prioritario en infraestructura”.
La oración de la enviada por el FMI se lee claramente el pedido de reformas, no solo del sistema previsional sino también del régimen laboral, los impuestos y también la coparticipación hacia las provincias, centrando todo el manejo en la Capital Federal, como ocurría -y ocurre- hace 200 años en nuestro país.
Claro está que el distrito más rico de Argentina no produce absolutamente nada, es un mero prestador de servicios y que, en cambio, el interior, sobre todo el interior profundo es quien dota de recursos las arcas nacionales.