El fotógrafo Pablo Grillo, quien fue impactado en su cabeza por un cartucho de gas lacrimógeno, arrojado por un policía durante una de las Marchas de Jubilados, dio señales de recuperación.
Luego del brutal ataque, y con su vida en riesgo durante varios días, el joven dio sus primeros pasos en el Hospital Ramo Mejía, mientras tanto su familia lucha pidiendo justicia, ya que el mal accionar de las fuerzas de seguridad, cuya responsable es Patricia Bullrich, está demostrado en videos y fotografías.
Ayer la familia de Grillo comunicó a través de sus redes sociales que el joven salió a recorrer los balcones del hospital, un gesto que refleja su mejoría tras semanas de cuidados intensivos. «La alegría es total», expresaron los allegados, agradeciendo el apoyo recibido de colegas, familiares y organizaciones de derechos humanos.