A pesar que de que una de las definiciones que darán a conocer los máximos representantes del Fútbol Argentino, acordada con los dirigentes, parece ser la mejor opción, el resto de las cosas hablan de la poca seriedad (dirigencial) del deporte más popular del país.
El martes se informaría la suspensión de la Copa de Superliga, media más que coherente debido a la pandemia. Ahora bien, se jugó una fecha, donde la gran mayoría de los deportistas se expusieron a pesar de la situación que comenzaba a vivirse, parece que con eso no pasará nada. Otro punto que causa bastante gracia es que se dispondría anular los descensos por dos años, y congelar los promedios, aunque si se permitirían ascensos a Primera División.
Al darse por finalizada la competencia, se tomaría la tabla general y de ahí saldrían los clasificados a las copas internacionales. De esta manera, para el 2022 la Primera División contaría con 28 equipos, y allí se retomaría con los promedios y descensos.
En un fútbol rodeado de permanentes sospechas, las definiciones dejarán más dudas que certezas, más allá de ello, lo que queda muy en claro es que la dirigencia de nuestro Fútbol no está a la altura de las circunstancias.