Los modelos de país no son un chiste

Una vez más en Argentina se ponen en juego dos modelos de país, los tiempos políticos se aceleran desde los diversos sectores y son muy claras las muestras del rumbo que se pretende de un lado y otro de la denominada «grieta».

Como siempre las candidaturas están a la orden del día, desde el Frente de Todos y demás fuerzas que integran este movimiento son varios los nombres que circulan de cara al 2023; en Juntos por el Cambio, junto a la UCR y demás coaliciones, ocurre lo mismo, de hecho la última semana anunciaron quienes competirían por la presidencia del país.

Nos referimos a «la grieta», que no está mal a la hora de diferenciar proyectos o qué se busca con el futuro de Argentina, claramente está más presente que nunca porque de un lado se profundiza la presencia del Estado para sostener y mejorar los sistemas de Salud, Educación y Seguridad, para que sea pública, libre, gratuita y de calidad, así lo ha demostrado por ejemplo la pandemia, y la fuerte inversión para que los habitantes puedan tener acceso a estos servicios; otro claro ejemplo es la obra pública y mejora de infraestructura, dotando de más y mejores servicios; un tercer ejemplo va de la mano con el trabajo, donde a pesar de que la inflación le gana a los salarios (en muchas ocasiones), la desocupación continúa en baja.

Por otro lado se observa en Capital Federal el paro de médicos/as y trabajadores/as de Salud, con más de 8 semanas de duración en reclamo por los bajos salarios y con funcionarios que apuntan a la privatización del servicio, como si la salud pública fuera solo para quienes tienen los recursos de pagarla. Otro claro ejemplo es el de la Educación, tema con el que varias autoridades se expresaron en favor de la privatización, para que solo pueda estudiar aquel ciudadano o ciudadana que pueda pagar una cuota; o la Seguridad, con una Jefatura de Gobierno Porteño eternamente beneficiada, con más recursos que cualquier otro distrito, y con el lujo de aplicar esos recursos que se quitan a las provincias en una policía propia.

Los modelos, las intensiones, el rumbo están claros, lo bueno es que la gente tiene acceso a mucha información, lo malo es no confundirse, o darse cuenta que muchas veces esa información que llega, fundamentalmente de medios nacionales, está cargada de intencionalidad para favorecer a un sector que no es justamente el que acompaña a las mayorías, sino a grupos económicos que solo buscan incrementar sus ingresos y ampliar las diferencias entre los que más y menos tienen, también a costa del enorme esfuerzo del pueblo argentino.