Tras varias jornadas de suba en el dólar paralelo, el Gobierno intervino, recurrió a la Justicia para terminar con las corridas cambiarias y el tipo de cambio bajó más de 20 pesos en un día. Claramente el valor de la moneda norteamericana tiene dos factores de impacto, el mediático y el de un grupo de gente con mucho poder económico que busca desestabilización.
Tras años de inacción y fundamentalmente de no tomar medidas acordes, el Gobierno nacional saltó a la cancha, intervino estos sectores especulativos y con intereses políticos particulares en pos del beneficio de unos pocos y los resultados fueron inmediatos.
Es un primer paso pero sin dudas habría que ir por más, esta semana muchos comercios, de todos los rubros, subieron sus precios al público producto de estos aumentos -del dólar y la inflación-, hoy el dólar bajó pero no caben dudas que los precios a la gente continuarán igual. Cabe la aclaración, el reclamo en esta etapa no es para los pequeños comerciantes sino para los formadores de precios, es decir, las 5 o 6 empresas que producen la mayor cantidad de alimentos en el país, que remarcan cada semana generando los aumentos y que año a año terminan con ganancias millonarias.
Uno de los principales objetivos de un Gobierno electo por la mayoría es tomar decisiones, en lo posible pensadas para el bien común, hoy se demuestra que además de la acción política hacen falta dirigentes que estén a la altura de la circunstancia para que a esta «fiesta para pocos» la deje de pagar el pueblo argentino.